Cómo afecta el bruxismo a la calidad de vida

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Hay mucha desinformación en lo que se refiere a dolencias o problemas bucodentales. Esto se debe en primer lugar a la falta de educación histórica en lo que respecta a la salud oral y otro factor es el miedo que producen las intervenciones odontológicas; dos de los elementos que hace que la desinformación sea grande y que no se le preste la atención necesaria a cosas que de no atacar a tiempo, terminan trayendo graves problemas.

Por lo general las personas van al odontólogo cuando hay un dolor o un malestar que se hace insoportable, el cual pudo haberse evitado si se hubiesen tomado cartas en el asunto a tiempo. Una patología extremadamente común es el bruxismo y lamentablemente es una de las que se tratan menos, ya que al no “parecer tan grave” se deja pasar hasta que deriva en una dolencia que implica una intervención odontológica para corregirla.

Para hablar del bruxismo hemos contactado con el equipo de profesionales de  Clínica Dental Dr. Vicente Ferrer, para que nos den toda la información que debemos conocer sobre esta patología y cómo debemos atacarla.

¿Qué es el bruxismo?

El Bruxismo es el hábito de apretar o rechinar los dientes, con movimientos y contactos sin propósitos funcionales, como masticar alimentos, el cual ocurre, por lo general, de manera inconsciente. Además, suele estar acompañado de dolor de cabeza y dolor de los músculos de la mandíbula, cuello y oídos.

El roce constante produce el conocido rechinamiento y puede desgastar los dientes hasta el punto de hacerlos aumentar su sensibilidad. Incluso, el hábito llega a resultar desagradable y molesto para la pareja y para las personas que están alrededor.

Se define como una parafunción mandibular persistente que puede producirse durante el día o por la noche. Siendo este último el más frecuente ya que está relacionado con el sueño, el cual resulta más difícil de controlar

El principal desencadenante se ubica en el plano psicológico, aunque el hábito tiene repercusiones que abarcan el área de la salud bucal y el especialista a quien se acude es el odontólogo.

El bruxismo afecta tanto a adultos como a niños, sean hombres o mujeres, aunque podemos destacar que la edad más frecuente de inicio es entre los 17 y los 20 años y la remisión espontánea se suele producir después de los 40 años de edad en los casos de bruxismo crónico, aunque puede desaparecer por sí solo en cualquier momento de la vida.

Por último, aunque no se conocen causas específicas de la bruxomanía, como también lo denomina la Organización Mundial de la Salud, hay claros indicios de que el estrés y la ansiedad se relacionan con su aparición e intensidad.

Síntomas de bruxismo

Como mencionamos antes, el bruxismo a largo plazo desgasta los dientes y produce dolor desde el primer momento. Sin embargo, no se ataca a nivel odontológico hasta que ya se han ocasionado daños.

Para evitarlos lo ideal es estar atento a los siguiente síntomas:

  • Contracciones rítmicas de los músculos de las mandíbulas
  • Actividad de la musculatura masticatoria (cuando no se está ingiriendo alimentos)
  • Sonido de rechinado de los dientes (especialmente durante la noche, incluso durante una siesta). En este punto es muy valioso el aporte que puede hacer la pareja o la familia
  • La sensación de tensión o dolor en el área de las mandíbulas
  • Inflamación (ocasional) del lado inferior de la mandíbula
  • Desgaste de las piezas dentales
  • Fracturas de dientes o muelas
  • Ruidos oclusales
  • Hipersensibilidad en los dientes a bebidas frías o calientes (por abrasión o pérdida de esmalte)
  • Fatiga muscular
  • Dolor muscular (en la cara, cuello, oídos o parte alta de la espalda)
  • Disfunción del aparato auditivo, como sensación de pitido o tinnitus

Tipos de bruxismo

Si hemos notado que cumplimos con varios de los síntomas, lo ideal es solicitar una cita odontológica para evitar que el bruxismo se haga cada vez más intenso, pues hay varios tipos y cada uno de ellos tiene su propia naturaleza:

  • Bruxismo céntrico: Se caracteriza porque no aparece el frotamiento y la principal característica sobre los dientes es la aparición de cúspides invertidas y desgastes de cuello. Las cúspides invertidas son la zona del diente que debería sobresalir, pero que en este caso en el centro de la cúspide aparece un hundimiento. Los desgastes de cuello son desgastes en la zona de unión corona-raíz. Para explicarlo más fácilmente, podemos entender que este tipo de bruxismo daña el cuello de los dientes, provocando generalmente desgastes cervicales. Los premolares son las piezas dañadas por su posición en la mandíbula. Además, se acompañan de cefaleas de tipo tensional.
  • Bruxismo excéntrico: Se caracteriza por un desgaste de toda la cara de masticación del diente, el diente se queda plano. Daña el borde incisal y oclusal de los dientes, generando alteraciones en distinto grado. Los movimientos excesivos de la mandíbula siguen un patrón definido que se relaciona con el desgaste en las piezas (al momento de deslizar los dientes los desgastes son coincidentes). Afecta, mayormente, a incisivos.
  • Bruxismo nocturno: Se produce mientras se duerme y es totalmente involuntario. Aparece al apretar o friccionar los dientes y es causante del cansancio muscular o dolor de cabeza que surge al levantarse de la cama y de la contractura de los músculos del cuello.
  • Bruxismo diurno: Es el apretamiento de los dientes, generalmente consciente, pero a veces puede que sea inconsciente. Puede estar relacionado con otros hábitos como la onicofagia (morderse los labios), y es frecuente que se produzca cuando se está concentrado haciendo su tarea diaria.

Estos tipos de bruxismo pueden ser simultáneos en un mismo paciente y los signos en las piezas dentales pueden estar o no presentes según la intensidad y duración de los episodios. Además, suelen confundirse con otras lesiones no cariosas provocadas, por ejemplo, por un cepillado traumático, por lo que es fundamental conocer y aplicar la técnica correcta para cepillar los dientes.

Tratamientos del bruxismo

 

  • Manejo del estrés: Cualquier estrategia que cause relajación será ventajosa, ya sea hacer ejercicio, leer, escuchar música… Si el estrés es muy fuerte o hay ciertos problemas emocionales, se recomienda conseguir ayuda profesional para lograr un mejor manejo. 
  • Las férulas de descarga: buscan el estiramiento muscular, la reposición de la articulación temporomandibular y evitar el frotamiento y contacto directo de diente con diente. Es el tratamiento más habitual, y generalmente se usan para la noche, aunque también se pueden usar durante el día. Las férulas pueden ser de diferentes tipos en función del diagnóstico y consecuencias del bruxismo en cada persona. Por línea general suelen tener buen resultado si el paciente se acostumbra a usarla.
  • Mejorar la mordida: ya sea con tratamiento de ortodoncia o desgastando selectivamente aquellas cúspides dentarias que hacen un mal contacto con los dientes antagonistas y que fuerzan la mandíbula a una mala posición al morder.

 Consecuencias del bruxismo

 Cuando pensamos en las consecuencias del bruxismo son muchas y muy variadas, dependen del tipo que se sufra, la severidad del caso, si está siendo tratado adecuadamente a nivel odontológico, etc. Sin embargo, estas son las más comunes:

  • Trauma oclusal: Esto significa un contacto anómalo entre dientes, donde se puede ver involucrado un diente o más. Puede provocar la movilidad dentaria debido a la afectación del espacio periodontal, es decir, el tejido de sujeción del diente. En algunos casos incluso puede ocasionar la pérdida del mismo.
  • Afectación pulpar: Esto significa que afecta al nervio del diente. Va desde la hipersensibilidad dentaria, es decir, tener los dientes muy sensibles, cambios térmicos, y puede llegar a la necrosis pulpar ya que el desgaste hace que el nervio no tenga posibilidad de defenderse. La consecuencia suele ser dolor con o sin absceso e incluso flemón. Esto ocurre por el desgaste de la dentina que hace que el nervio se vea afectado ya sea por cara oclusal o por el cuello dentario.
  • Fracturas dentarias: Debido a dicho apretamiento se pueden provocar fracturas verticales del diente que van de leves graves y, en consecuencia, la extracción de la pieza. Igualmente el hueso se puede ver afectado de diferentes maneras. En el bruxismo céntrico el hueso se ve afectado con disminución del mismo y en el excéntrico al contrario, con condensación de hueso. Más allá de lo que son los dientes está la afectación de los músculos de la masticación como es masetero y temporal y la afectación de la articulación temporomandibular. 

La calidad de vida

El bruxismo afecta la calidad de vida pues producto de él, se presentan muchos más dolores e incomodidades que hacen que el día a día sea complicado. Es por ello que en primera instancia, lo que se debe hacer es mantenerse siempre atento a los cambios que se producen a nivel oral. Si se están presentando algunos de los síntomas, acudir al odontólogo para que este haga los estudios pertinentes y pueda idear un plan de acción para minimizar los daños.

La salud bucodental va directamente ligada a la salud integral y por ende a la calidad de vida de las personas, una persona con dolor constante, que no puede descansar es una persona que no puede tener una calidad de vida óptima, aún teniéndolo todo. Por ello es fundamental atacar las patologías que pueden derivar en problemas a largo plazo y que requerirán de mayor intervención odontológica, mayor inversión monetaria y de tiempo,

 

 

 

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