Afrontar la llegada de la vejez con una perspectiva positiva y activa es muy importante para mejorar el estado de ánimo de las personas mayores y evitar que caigan en situación de depresión o el desarrollo de enfermedades anímicas y por sedentarismo.
Asumir esta nueva etapa con vitalidad y con ganas renovadas, será fundamental para mejorar el bienestar y la salud de la población de la tercera edad. Igualmente, abandonar la melancolía, la nostalgia y la tristeza, asociadas a esta etapa de la vida, será más sencillo con un poco de motivación.
Hay que decirle adiós al sedentarismo
Relacionar la tercera edad con la nula, o escasa, actividad física es muy común, quizá debido a las limitaciones físicas propias de la edad, que repercuten en la movilidad, y las dificultades para realizar ejercicios. Actividad que se termina reduciendo a escasos paseos y a largos periodos sentados en el sofá o en la cama, lo cual sienta fatal para la salud, tanto física como mental, ya que la monotonía es muy nociva para el estado de ánimo.
Por lo tanto, el primer paso hacia una vida más activa tiene que ser establecer unas rutinas de ejercicios, adaptados a las limitaciones de cada uno. Pequeños retos diarios que serán muy productivos y que ayudarán a mejorar el bienestar del adulto mayor.
Estos retos pueden ser desde andar unos minutos y subir por las escalera, hasta hacer ciertas actividades, siempre bajo supervisión. Cualquier que sea aportará muchos beneficios para mejorar el estado de ánimo y vivir el presente desde otra perspectiva.
La importancia de la familia y las relaciones personales
Otro de los consejos más importantes, de cara a motivar a las personas mayores, es tratar de compartir tiempo con ellos.
En esta etapa, las relaciones personales, ya sean con familiares o con conocidos, son muy importantes para incentivar un estado de psicológico positivo. Además que esto le ayuda a que esta rompa con su rutina, siendo muy beneficioso para su bienestar y motivación.
Explicar anécdotas, compartir recuerdos o, simplemente, mantener una conversación sobre algún tema de actualidad representan grandes ayudas.
El efecto de una dieta saludable
Quizás uno de los consejos más desconocidos, para mejorar el estado de ánimo y motivar a los ancianos en su día a día, es tener una dieta saludable.
Pero, sucede que al escoger aquellos alimentos que son más beneficiosos estarán mejorando su salud, ya que la nutrición y el bienestar suelen ir de la mano.
Una dieta equilibrada, con productos variados y evitando los excesos servirá como gasolina para mantener el motor del cuerpo en funcionamiento.
Por eso, hay que procurar consumir cereales, hortalizas, verduras, pescados, fruta, etc., que les aportarán los nutrientes que ayudarán a fundamentar una buena base de bienestar diario. Y no solo eso, estar correctamente alimentados, ayudará a las personas mayores a tener una fortaleza superior y una motivación por encima de la media.
El rol de los cuidadores
El personal especializado en el cuidado de adultos mayores de la Residencia Nuestra Señora del Rosario nos comentan que una forma muy asertiva de vigilar que los adultos mayores cuenten con los estímulos necesarios para mantener una vida activa y disfrutar de un envejecimiento activo, alegre y positivo, es contar con profesionales como cuidadores o el personal de residencia. Esto porque solo ellos podrán estar durante las horas que sean precisas haciendo compañía a nuestro ser querido e impulsando una rutina que favorezca su bienestar.
Beneficios de la actividad física en la tercera edad
Animar al adulto mayor a tener una vida más activa es importante porque le traerá variedad de beneficios:
- Beneficios físicos: Un abuelo en buena forma se repondrá pronto de una enfermedad; tendrá mayor resistencia a la fatiga; usará menos energía para realizar cualquier trabajo; su tasa metabólica será mejor y más positiva que el de una persona poco entrenada; y aumentará sus capacidades y habilidades físicas. Sus efectos positivos pueden ayudar a combatir ciertas costumbres negativas como fumar o beber demasiado. Estimula la eliminación de las sustancias de desechos; evita la obesidad; proporciona una marcha más segura y rápida, eliminando riesgos de caída o de traumas en las caídas.
- Aspecto mental: Un anciano en buena forma conserva ágiles y atentos los sentidos; aumenta la ilusión de vivir; aumenta la alegría y el optimismo; refuerza la actividad intelectual; mejora la interrelación social; combate la soledad y el aislamiento; mejora la imagen personal; contribuye al equilibrio psicoafectivo; disminuye la dependencia; y mejora y facilita el sueño.
- Aspecto estético. Se logra conservar mayor fuerza vital y mantener o recuperar el equilibrio físico y mental.
- Sistema nervioso: La coordinación y los reflejos mejoran, el estrés disminuye. Aumenta su coordinación y responde mejor a los estímulos. Incluso, algunas personas experimentan una rapidez de reacción y la ausencia de tensión.
- Sistema cardiovascular: Se controla los depósitos de grasa en las arterias reduciendo así el riesgo de trombosis. El volumen de sangre por pulsación y la circulación coronaria aumentan. Aumenta la fuerza, la resistencia y la eficacia del corazón. El músculo cardíaco de una persona preparada físicamente es más eficaz y por tanto, menos propenso a la fatiga y a la tensión.
- Sistema respiratorio: Aumenta la capacidad vital de los pulmones (la cantidad de aire inhalado de una vez) y la ventilación (la cantidad de aire inhalado en un período determinado), también se incrementan la eficacia del intercambio de gases.
- Sistema osteomuscular: La circulación en los músculos aumenta, agrandando el tamaño, la fuerza y la resistencia así como la capacidad de oxigenación. Los tejidos articulatorios se refuerzan aumentando la fuerza de los ligamentos. Se evita la perdida de la masa muscular. Favorece la flexibilidad en general.
- Metabolismo: Las grasas del cuerpo disminuyen; el azúcar de la sangre se reduce.
- Prevención o control de enfermedades:
- Adapta la capacidad respiratoria a las enfermedades bronquiales (asma, etc.).
- Disminuye el peligro de Infarto del Miocardio Agudo, trombosis y embolismos.
- Controla la presión arterial.
- Disminuye la obesidad.
- Evita la aparición de osteoporosis y atrofias.
- Mejora la artrosis, la artritis y la Diabetes Mellitus.
- Aumenta la eliminación de colesterol, disminuyendo el riesgo de arteriosclerosis.
- Frena las insuficiencias hormonales.
- Aumenta la resistencia a las enfermedades psíquicas (ansiedad, depresión, neurosis, etc.)
¿Cómo animar a nuestro adulto mayor?
La primera clave para lograr la motivación de la persona mayor está en convertirla en el elemento principal de la actividad. Por tanto, es muy importante que los retos propuestos sean personalizados, participativos y colaborativos.
Por otro lado, tampoco se debe pasar por alto el gran valor que supone el ambiente y el contexto en el que se desarrolla la actividad de las personas mayores. De esta forma, se deben generar contextos positivos donde poder incentivar la práctica de todo tipo de actividades.
Además, se puede recurrir a un listado de actividades que generan la motivación deseada. Algunas de ellas son:
- Asistir a conversatorio por parte de los especialistas de salud y profesores de Cultura Física acerca de la influencia de los ejercicios físicos en la salud de la población correspondiente a la tercera edad.
- Actividades físico-recreativas variadas dentro y fuera de la comunidad como:
- Juegos populares (Torneos de dominó, dama, parchi etc)
- Actividades rítmicas (Tablas gimnásticas, Desfile de moda Dramatizaciones etc.).
- Actividades aerobias (Excursiones, caminatas etc.).
- Cumpleaños colectivos.
- Exposiciones sobre medio ambiente.
- Trabajos artesanales de naturaleza muerta.
- Visita a círculos de abuelos, sistemática y previamente planificadas.
- Festivales recreativos-culturales.
- Actividades dirigidas a las personas que conviven y rodean al adulto mayor de forma que podamos incluirlos en los intentos de vida activa de la persona.
- Charlas sobre temas de interés para el adulto mayor (como calidad de vida, importancia del ejercicio físico en el adulto mayor etc.), para orientar a estas personas a que contribuyan a la motivación de los adultos mayores a la práctica del ejercicio físico.
- Ayudarlos a recuperar una vieja afición. Y es que de seguro tendrán alguna actividad que han practicado y con el paso del tiempo la han dejado olvidada, y que ha llegado el momento de recuperarla.
- La adaptación de los mayores alentorno tecnológico, por medio de cursos que los enseñen a utilizar ordenadores o teléfonos inteligentes y así poder entrar en contacto con el mundo virtual.
- Crear una agenda de actividades sociales y culturales que les gusten y les diviertan.
- Desarrollar actividades educativas para ayudar al desarrollo mental.
- Realizar tareas artísticas que ayuden a mejorar la creatividad y estimular la imaginación.
- Fomentar la expresividad a través de la lectura y escritura.
- Participar en festivales recreativos y culturales.
- Potencias las relaciones intergeneracionales en las que los adultos mayores puedan compartir con jóvenes que les llenen de estímulos positivos, mientras que ellos les comparten su sabiduría.
- Organizar charlas, talleres, debates y conversatorios sobre temas de entretenimiento e interés general como temas históricos, culturales, artísticos, etc.
- Ayudarlos a abandonar algún mal hábito que no sea saludable, como es el caso del tabaco.
- Proponer una alimentación más equilibrada sin renunciar al placer gastronómico.