Es impresionante la evolución que ha vivido la salud dental en las últimas décadas. Poco tienen que ver las clínicas dentales que encontrábamos en los años 80 con las que hay hoy en día (más medios tecnológicos, más variedad de tratamientos, presencia digital). Sin embargo, muchas clínicas de entonces sobreviven en la actualidad y cuentan con el reconocimiento de la población. Te explicamos cómo se han adaptado a los nuevos tiempos.
Hace 50 años, los ciudadanos acudían a la clínica dental para resolver una emergencia. Atender un insufrible dolor de muelas que no podían soportar. Problema que se resolvía, por lo general, con una extracción. Los empastes dentales eran la novedad, y colocarse un implante, que hoy está a la orden del día, era un tratamiento carísimo que pocos se atrevían a costear.
Por su propia iniciativa, los dentistas acudían a las escuelas a impartir charlas a los niños para concienciarlos sobre lo importante que era cuidar la dentadura. En aquella época no estaba asentado que los niños acudieran a la clínica dental. El dentista era, para muchos, sinónimo de dolor y de vaciarte la cartera.
En las últimas décadas, ha cambiado la percepción social sobre el tema. Somos más conscientes de lo importante que es cuidar nuestros dientes. Y, sobre todo, ha evolucionado la salud dental hasta el punto de que los tratamientos son cada vez más precisos, más cortos y menos invasivos.
Algunas clínicas de aquella época continúan en pie, como la Clínica Dental Garriga, abierta desde 1967 en el Eixample barcelonés. Por esta clínica familiar han pasado 3 generaciones de odontólogos. Sus directores, hijo y nieta del fundador, nos dicen que adaptarse a las nuevas tecnologías y a los nuevos tratamientos ha sido clave para llegar hasta hoy. En la actualidad, además de especialidades habituales como la odontología restauradora y la ortodoncia, realizan tratamientos más avanzados como la cirugía mandibular o el tratamiento de la apnea del sueño.
Este es un ejemplo de otros muchos. Estos son algunos cambios a los que se han tenido que adaptar las clínicas dentales tradicionales.
Nuevas tecnologías.
Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España, indica a la revista I – Sanidad, que la incorporación de las nuevas tecnologías a la salud dental permite a los profesionales formular diagnósticos mucho más precisos y predecibles y centrarse en los problemas específicos de cada paciente. La salud dental es cada vez más personalizada.
Uno de los avances tecnológicos que más repercusión han tenido, ha sido el desarrollo de los medios de diagnóstico por imagen. El escáner intraoral, por ejemplo, permite crear una reproducción exacta por ordenador en 3D de la dentadura del paciente. Recreación que ayuda al odontólogo a conocer el estado real de la dentadura y a adelantarse a futuros problemas.
El modelo digital que se crea con estos escáneres sirve, además, como base para diseñar dispositivos personalizados como las férulas de ortodoncia invisible. Con un nivel de precisión mucho mayor que con las impresiones de dentadura que se hacían antes con pasta.
La tomografía computarizada, un desarrollo de la radiografía, permite a los odontólogos conocer el alcance real de las dolencias, ampliando el detalle sobre las zonas afectadas. Este medio ayuda no solo conocer el estado de los dientes, sino también, a percibir como las enfermedades afectan a los tejidos blandos de la boca y a su estructura ósea.
Un avance significativo, que se ha generalizado en la mayor parte de las clínicas dentales españolas, es el uso de la tecnología CAD/CAM. Un sistema asistido por ordenador que permite diseñar y fabricar apósitos como implantes o prótesis dentales, con un alto nivel de precisión.
Nuevos tratamientos.
En todo este tiempo han aparecido nuevos tratamientos. Uno de los que más nos ha llamado la atención a la mayoría de la gente es el de la ortodoncia invisible. Los incómodos aparatos de ortodoncia con brackets y alambres han pasado a ser sustituidos por una férula plástica removible, que apenas se aprecia a la vista, y que el paciente se puede quitar cada vez que coma, beba o se lave los dientes.
Este no es el único tratamiento novedoso. Con la implantología de carga inmediata, el paciente puede salir con una prótesis dental (corona) el mismo día que se coloca el implante, mientras que antes había que esperar entre 3 y 6 mese hasta que el implante se integrara con éxito en la estructura ósea de la boca, y a que se cerraran las heridas de la operación.
Este tratamiento es fruto de años de investigación. Y de desarrollar prótesis provisionales que en lugar de descargar la presión, producida durante el masticado de los alimentos, sobre el implante, lo hacían sobre la encía. Protegiendo, a su vez, al implante, para que se integrara con más seguridad.
Una de las ramas de la odontología que más popularidad ha alcanzado en los últimos tiempos ha sido el de la estética dental. Esto se ha podido dar gracias al desarrollo de la tecnología. En la actualidad, los tratamientos de estética dental son unos de los más demandados por los usuarios.
Entre estos tratamientos destaca el blanqueamiento dental por Led. Un tratamiento que se realiza en la clínica dental y en el que desde la primera sesión se puede percibir los avances. En unas pocas sesiones el usuario puede alcanzar el tono de blanco deseado.
Lo bueno de todo esto, es que en la estética dental, el timón de mando siempre está en la salud y no en la imagen. El odontólogo, ante todo, vela por el buen estado de salud de los dientes. Hacer que nuestra dentadura se vea más bonita no puede implicar la aparición de problemas como la hipersensibilidad dental o el desgaste del esmalte de los dientes.
Por supuesto que han aparecido otros tratamientos nuevos, como la rehabilitación oclusal, la regeneración ósea en el tejido alveolar o los dispositivos de avance mandibular para curar la apnea del sueño, pero digamos que los que he reseñado son los más demandados por los pacientes.
Presencia digital.
Algo que va parejo a los nuevos tiempos es la presencia de las empresas de servicios en internet. Esto también afecta a la salud. El periódico El Confidencial Autonómico habla de lo importante que es para una clínica dental contar con una página web.
Y es que en la actualidad, la mayor parte de la población, buscamos los servicios que necesitamos por internet. Son las nuevas páginas amarillas. Más rápido y cómodo que los métodos de búsqueda tradicionales. Desde nuestro teléfono móvil, en un solo clic, encontramos aquello que necesitamos. Incluso, comparamos diferentes profesionales.
Las búsquedas que hacemos los usuarios son geo-localizadas. Ligadas a un lugar concreto. Por ejemplo, “clínica dental en Gracia (Barcelona)”. A día de hoy, quien no está en internet es como si no existiera.
Otro aspecto importante es cuidar la ficha de la clínica en Google My Business, también conocido como Google Maps. Estas son las recomendaciones que nos ofrece Google en la página de resultados debajo del mapa que hace referencia al lugar de nuestra búsqueda.
Tanto en la página web, como en la ficha de Google My Bussines debemos cuidar el SEO. Es decir, que el contenido que presentamos esté acorde con la intención de búsqueda y los términos que utiliza el usuario.
Al mismo tiempo, la información que facilitamos en internet debe ser clara y detallada. La clínica debe infundir confianza para que el usuario para que se decante en visitarla.
Los pacientes confían en las clínicas dentales de siempre.
Algo que tienen a su favor las clínicas dentales tradicionales es que cuentan con la simpatía y la confianza de la población. Un estudio realizado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) arrojó el dato de que el 75% de la población prefiere acudir a una clínica dental independiente, frente a visitar un centro de una aseguradora (Sanitas, Cáser, etc.) o visitar una cadena de clínicas dentales (Vitaldent, Déntix, etc.)
Hay dos factores que influyen en la elección de la clínica dental: la proximidad y la experiencia.
La proximidad hace referencia a que la clínica dental esté próxima al lugar de residencia o trabajo del paciente. Que no le suponga un gran esfuerzo visitarla. Esta cercanía también se refiere al trato y al servicio en sí. A la gente no nos gusta que nos traten como si fuéramos un número. Requerimos que el profesional esté pendiente de nuestro problema concreto, y que nos informe de las acciones que va a realizar en nuestra boca. Entre el dentista y el paciente se establece una relación de confianza.
La experiencia es otro factor que induce a que dejemos la salud de nuestra boca en manos de un profesional y no de otro. Una clínica dental que lleva tiempo abierta y que cuenta con buenas opiniones por parte de sus pacientes, nos persuade para que acudamos a ella.
Cercanía y experiencia son dos características que las clínicas tradicionales tienen de sobra, y que han de reforzarlas manteniéndose al día con las novedades que aparecen en el sector de la salud dental.
