En España, hay una enorme variedad de productos que nacen de nuestra tierra y que hacen que nuestra gastronomía sea una de las mejores del mundo. Ni que decir tiene que el jamón, el queso, el vino, la paella o las migas son varios de los alimentos que forman parte de un asunto como del que estamos hablando, pero no cabe la menor duda de que hay otro tipo de productos que también tienen una incidencia muy grande en nuestra tradición. Uno de ellos es el protagonista de los párrafos que vais a leer a continuación, el pistacho, que quizá nadie suela tener en consideración a la hora de hablar de esos productos que hacen de nuestra gastronomía la mejor del mundo, pero que tiene todos los argumentos para encontrarse dentro de esa lista.
España es una verdadera potencia en lo que tiene que ver con la producción de pistacho en el mundo. Y es algo que no todo el mundo sabe. Si hablamos de aceite de oliva, seguro que nadie duda de que somos uno de los países con una mayor producción de todo el mundo. Lo mismo ocurre, como sabemos, con el vino. Pero lo que ocurre con el pistacho no siempre es lo más conocido. Y la verdad es que merece la pena hablar de un producto como el que estamos indicando y que no solo tiene una incidencia sobre la gastronomía nacional, sino también con nuestra economía.
En un artículo publicado en la página web eldiario.es se comentaban las razones por las cuales el cultivo de pistacho se va a multiplicar en España en los próximos cinco años. La más importante de ellas es el hecho de que la superficie de este cultivo se va a multiplicar, lo cual habla de la apuesta que existe por el pistacho en el interior de nuestras fronteras. Castilla La Mancha es la región en la que más habitual es este cultivo y la que probablemente siga copando la cabeza en los próximos tiempos. La verdad es que, teniendo en cuenta el espacio con el que cuentan los castellanomanchegos, no es para menos.
En otra noticia, en este caso publicada en la página web del diario La Razón hace apenas unos meses, se comentaba que España va a ser el cuarto productor de pistacho en todo el mundo. Solo hay tres países (Estados Unidos, una verdadera referencia en lo que al pistacho se refiere, Turquía e Irán) que nos vayan a superar. El plazo para que España ocupe esa cuarta posición es de menos de diez años, lo que pone de manifiesto que España está trabajando no solo a corto, sino también a medio y largo plazo en lo que tiene que ver con un producto como del que estamos hablando. Sin duda, es una excelente noticia y que deparará grandes avances para nuestra economía, como decíamos antes.
El pistacho es uno de los productos que viene otorgándole cada vez un valor mayor a nuestro campo y gastronomía. Buena prueba de ello es que cada vez se comercializa mucho más todo lo que tiene que ver con las plantas de pistachos según lo que nos han indicado desde Viveros La Herriza, entidad compuesta por profesionales en esta materia. Sin duda, hablamos de uno de los alimentos que va ganando en importancia en nuestro país, pero que “menos ruido” viene generando, lo cual no es óbice para valorar la contribución en materia de empleo y económica que nos va a otorgar de cara al futuro próximo.
Presumir de nuestra gastronomía es una obligación
En España podemos presumir de una gama muy grande de cosas. Normalmente lo solemos hacer del clima o de los alimentos que genera nuestro campo, que muchas veces son la envidia de los países que nos rodean. Ni que decir tiene que las personas que vivimos en España somos las primeras que debemos presumir de nuestra tierra y de todo lo que nos proporciona, así que es de especial interés que así lo hagamos para hacer posible que todo lo que se genera desde aquí llegue hasta el último confín de nuestro planeta. A veces se tiene la sensación de que todo lo mejor se encuentra más allá de nuestras fronteras, pero lo cierto es que no siempre eso se ajusta a la realidad.
Las personas que nos visitan año a año desde otros países se quedan alucinadas con todo lo que ven aquí. Y eso es lo que les termina animando a regresar en algún momento a alguna de nuestras ciudades o pueblos. No es para menos. No pueden presumir en muchos lugares de tener todo lo que tenemos aquí, en España, cerca de nuestras casas, de nuestra gente, de nuestra vida. Y eso tiene un valor incalculable que haríamos mal en despreciar. Somos uno de los países mejor situados del mundo y eso se nota en términos de climatología y de la calidad y variedad de los productos que se cultivan aquí.
En pocos sitios se come como en España… y al precio al que se come aquí, que es mucho más reducido que el de otros países que forman parte de nuestro entorno. Estaréis de acuerdo con nosotros en que el hecho de que sean productos de proximidad ayuda y mucho en ese sentido. No dependemos de excesivos intermediarios hasta que llegan a nuestras casas y, en el caso de los que sean perecederos, se mantiene de una manera mucho más eficaz su frescura. Esta es una enorme ventaja y no cabe la menor duda de que debemos sacarle el máximo partido para conseguir disfrutar de cada bocado de cada uno de esos alimentos.
Un reclamo para nuestro país por parte de todo tipo de públicos
Está claro que uno de los factores que más capacidad tiene para llamar la atención en nuestro país es la gastronomía, eso ya lo hemos comentado, y que esa es una de las cuestiones que también podemos exportar. Millones de alimentos procedentes de nuestro campo llegan cada día a todos los lugares del mundo, haciendo que la imagen de nuestro país sea cada vez mejor y contribuyendo de ese modo en que las empresas de origen español tengan una competitividad cada vez más grande en una economía que es también más competitiva que nunca.
Lo que podríamos destacar de los productos españoles que se venden en el extranjero, entre los cuales se sitúa el pistacho, como no podía ser de otra manera, es que resultan de agrado para todo tipo de personas, con independencia de cuáles sean sus creencias, su edad, su lengua o su religión. Lo que esto tiene de positivo es que nuestro nicho de mercado es muy grande y que el público objetivo al que nos dirigimos también es bastante extenso, lo que nos ofrece la posibilidad de llegar a mucha gente y sacar un mayor rédito económico de ello, que es el objetivo que todo el mundo persigue cuando dispone de un negocio.
En la misma situación en la que se encuentra el pistacho también está el resto de productos típicos de nuestra gastronomía. El vino es un buen ejemplo de ello puesto que se comercializa, además de en el resto de Europa, en países tan lejanos como lo son Estados Unidos o China. Con el jamón pasa un poco lo mismo. Ya no es raro encontrarse un jamón español en cualquier parte del mundo. Y del aceite de oliva, ¿Qué os vamos a contar? Se trata de uno de los productos estrella ya no solo de la gastronomía de nuestro país, sino de todo el mundo. No nos extraña que se exporte y se venda también en lugares tan lejanos como lo son Japón o incluso Australia.
Debemos cuidar de lo que tenemos y valorarlo tal y como se merece. Y creemos que en España somos unos afortunados por disponer del campo que tenemos y de todos los productos que nos aportan gracias al trabajo de todos los profesionales del sector agrario y ganadero, entre otros. En el caso de aquellos productos que proceden de un cultivo, siempre debemos saber que la planta de la que procede ese producto es clave y que hay que cuidarla tanto como si fuera la vida de un hijo. Es con ese mismo con el que hemos conseguido producir alimentos de una calidad impresionante y que permiten que millones de personas en todo el mundo disfruten de la experiencia del buen comer.
Estamos convencidos de que lo que comentábamos en el párrafo anterior se va a producir y que también lo va a hacer en un caso tan particular como es el del pistacho, que ya hemos visto que es un producto mucho más importante para nuestra gastronomía de lo que inicialmente parece. Hablamos de un producto con el que hemos trabajado muy bien tradicionalmente en España y con el que seguimos ejecutando muchísimos avances y progresos que permiten afirmar que el pistacho español es uno de los mejores del mundo, por no decir el mejor.